“No pasé a profesionales por lo que hice, si no por lo que en teoría puedo hacer” repite una y otra vez. Su historia es diferente a la del resto del pelotón. Su entrada en el ciclismo fue más que tardía. La casualidad le montó encima de una bicicleta. Rebotado del atletismo, actividad por el que sentía un gran fervor, llegó al deporte sobre dos ruedas en el último año de juvenil; de hecho, sólo compitió durante tres meses en la categoría. En su tercera prueba firmó un tercer puesto, antes de acabar el año ya había conseguido su primera victoria.
Experiencia corta pero gratificante, el siguiente paso fue el campo amateur. David de la Cruz (Sabadell, 1989) llegó al ECP. Nueva categoría pero mismo ritmo de vida. El catalán seguía compaginando el trabajo con el ciclismo. La falta de experiencia y de dominio de la bicicleta fueron su principal hándicap en un año donde ya defendió los colores de la selección nacional en la París-Roubaix o la Lieja-Bastogne-Lieja sub23. Temporadas para seguir creciendo.
En el segundo año amateur, 2009, sus resultados siguieron creciendo. Centrado en la bicicleta una vez finalizada su etapa laboral el rendimiento fue a más. Quinto en el nacional de ruta o un destacado noveno puesto en la general de la Vuelta a León fueron los mayores logros junto a un ramo de victorias en pruebas menores.
Su buena actuación le llevó a firmar su primer contrato profesional con el Caja Rural. El equipo navarro comenzaba una nueva andadura y el catalán no dejó pasar la oportunidad de dar el salto. Primer año en la categoría continental. Debut en la Vuelta a Andalucía después del susto en el que se vio inmerso en un atropello mientras entrenaba en Sabadell, que a punto estuvo de complicar el comienzo de temporada con varios golpes y abrasiones. La Vuelta a León encontró al mejor David de la temporada finalizando, de nuevo, en novena posición.
2011 fue una temporada en la que las miserias fueron las grandes protagonistas. El salto que condujo al Caja Rural a formar parte de categoría Profesional Continental le llevó a debutar en la gran ronda de casa. La Volta a Catalunya comenzó un periplo de inoportunas incidencias médicas con una úlcera en un ojo que le apartó de la carrera en la tercera etapa. Vistiendo de nuevo los colores de la selección española destacó en la Toscana terra di Ciclismo con un tercer puesto final, clasificación que podría haber mejorado de no ser por una caída que provocó un corte donde cedió el tiempo que finalmente le distanció del austriaco Georg Preidler. De regreso a España se descubrió una fractura en el tobillo a consecuencia de la caída. Un mes parado. Recuperado, compitió en la Route du Sud. Un virus le dejó tocado en el mes de julio y ya sin apenas calendario, cerró el año en la Vuelta a Portugal.
Su explosión estaba por llegar. Hasta el presente ejercicio sus condiciones sólo habían dado algún destello esporádico. David ha demostrado su perfil de vueltómano. Buen escalador con dotes en la lucha contra el crono, cualidades todavía por pulir pero que manifiestan el reflejo del potencial que vieron en Caja Rural. Tardó en demostrarlo pero una vez llegado el momento se ha caracterizado por regularidad en los resultados. Castilla y León fue la primera piedra de toque. Cuarto puesto final cerrando una magnífica actuación del equipo. Díez días después su mejor versión la vio Asturias. Cuarto en la crono y quinto en el Naranco finalizando segundo por detrás de Beñat Intxausti. Cerró su gran pico de forma con un noveno puesto en la Vuelta a Madrid.
Después de un parón obligatorio motivado principalmente por la falta de calendario en Junio y Julio, regresó a la competición en el Tour de Polonia donde acusó una falta de ritmo que se acrecentó en el World Tour. Fuera del nueve que disputaría la Vuelta a España, Portugal sería su destino. LaGrandissima, que ya vio la gran actuación de Gari Bravo la temporada pasada, fue un nuevo salto en su carrera. Ante un exigente recorrido demostró estar entre los mejores en los finales en alto y finalizar decimoséptimo en la CRI para acabar en una quinta plaza final a poco más de minuto y medio del vencedor, el recordman David Blanco. El catalán, mejor joven, obtuvo un puesto de postín en una de las más exigentes rondas por etapas de la temporada.
Tras este gran resultado la falta de calendario es su principal problema en el final de temporada donde, con toda probabilidad, el polémico Giro di Padania sea su siguiente objetivo. La ronda italiana será una nueva prueba para comprobar la constante evolución de una de las grandes perlas del ciclismo español.
Colaboración especial de Cobbles & Hills, por Miguel Hermosilla
1 comentarios:
no se le ve contento ni ná ahíentre las chavalas jeje
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