El ciclista Javier Aramendia durante una prueba en Bayona |
¿Dónde está Lejarreta?
- El Caja Rural ha regresado a la Vuelta a España 23 años después con Javier Aramendia, el más combativo de la prueba, como estandarte
- Antonio Piedra logró ayer en los Lagos de Covadonga su primer triunfo
- El ciclismo es un deporte hereditario. La televisión pública ofrece los últimos kilómetros de la Vuelta como obligación, los medios en demasiados ocasiones no estamos por lo que hay que estar, en los pueblos, los barrios, desaparecen o menguan clubes, no hablemos ya de las clásicas y animadas carreras de jóvenes. Pero abuelos, padres siguen poniendo una bicicleta entre las piernas a miles de chavales y les hacen madrugar para evitar el cierre de carreteras, para subir a los puertos, para encontrar un empinado lugar cómodo donde se vean más segundos de carrera. Las cotas de Galicia, de Asturias los últimos días, ejemplo.El Caja Rural les ha hecho un favor a todos ellos. Un gran favor. En especial, Javier Aramendia. El ciclista navarro de 26 años, campeón de España sub’23 ya hace un lustro, se metió en cuatro fugas buenas (Viana, Alcañiz, La Gallina y Sanxenxo) y, pese a no poder luchar por la victoria de etapa en ningún de ellas, se ha ganado a pulso el premio al corredor más combativo que se otorgará en Madrid y, sobre todo, ha paseado ese maillot verde esmeralda con franja blanca y detalles en amarillo. Sobre todo, ha permitido a esos veteranos aficionados arrancar narraciones que habrán explicado algo parecido a lo siguiente:El arranque de la década de los 80, también supuso el arranque el arranque de las retransmisiones ciclísticas en directo. Llegó el boom. Perico Delgado se interpuso entre los éxitos de franceses como Bernaud Hinault y su carisma ya era el actual. Era la estrella. Amado por grande parte de la población, la cara del ciclismo durante años y más años. Pero enfatizar con los más brillantes, los inalcanzables siempre ha sido más difícil y no fueron pocos los que escogieron otro ídolo: Marino Lejarreta. El Junco de Bérriz.El ganador de la Vuelta a España 1982 por la descalificación deÁngel Arroyo por dopaje nunca era uno de los favoritos su objetivo. Lo suyo eran las victorias parciales, la batalla en alto. Corrió hasta cuatro veces las tres Grandes el mismo año, una barbaridad. Su equipo, el que nos compete, el Caja Rural. La unión de cajas entró en el patrocinio deportivo en 1987 a iniciativa de Caja de Navarra cuando la base del conjunto la ponía la vizcaína Orbea. La estrella, claro está, Lejarreta, aunque el sprinter holandés Mathieu Hermans y Jokin Mujika, canterano del equipo, siempre conTxomín Perurena desde el coche, también se llevaron titulares.Durante tres temporadas, Caja Rural fue uno de los equipos más jaleados, en especial el escalador vizcaíno venciendo en pruebas populares hoy, más entonces, como la Clásica de San Sebastián, la Subida a Urkiola , la Escalada a Monjuïc, la Clásica de Ordizia, así como las vueltas a Burgos, Galicia o Cataluña. 13 victorias de etapa (sobre todo con Hermans) en la Vuelta sumó el club en esa época. Pero en 1989 la entidad bancaria se retiró como patrocinador principal y el equipo se disolvió aunque parte de la estructura acabó en el Artiach.Reapareció. En 1992, de la mano del Club Ciclista Burunda nace un nuevo Caja Rural, amateur, dedicado años y años a formar corredores. Entre ellos, “Chente” García, Egoi Martínez, Iker Flores, Aitor González o Mikel Nieve. Hasta que en 2010, el club se formó en categoría Continental con sumas ganas de crecer. Cinco etapas en pruebas de diversa índole fueron un buen inicio pero el año pasado se llevaron un mazazo. Buscaron una invitación a la Vuelta que no llegó pese al excelente trabajo de Javi Moreno(hoy en Movistar), su líder, en la Vuelta a Asturias.No pudo ser pero este año era inevitable, Pamplona, salida de la ronda española, era su sede y lo demostraron vistiéndose de mozos. Llegaban con David de la Fuente y Manuel Cardoso pero se han dejado ver poco. Ese trabajo lo ha desempeñado a la perfección el joven Javier Aramendia. Mostrando el nombre de Caja Rural por las carreteras de España, claro está, pero, a la vez, despertando historias de abuelos, de padres. El ciclismo es un deporte hereditario.
0 comentarios:
Publicar un comentario