Como era de esperar, Manuel Cardoso (Caja Rural) ha cedido el liderato en la segunda etapa de la Vuelta a Castilla y León, marcada por la dureza de su recorrido y por unas condiciones climatológicas adversas que han mermado el pelotón. El sprinter portugués, vencedor ayer en Salamanca, reconoce que no pudo seguir el ritmo de los mejores en los puertos y alaba el trabajo del Caja Rural, que infiltró a David de la Cruz en la escapada del día.
“Sabíamos que iba a ser muy difícil mantener el
liderato, pero pese a todo el equipo ha defendido el maillot trabajando en
cabeza de pelotón, tirando con inteligencia y siempre atento a las escapadas.
Yo sabía que a menos que fuese una etapa pasiva no iba a poder estar en el
grupo delantero, y como no ha sido así no he podido llegar con el primer
pelotón”,
dice el corredor de 29 años.
La
lluvia, el granizo y la nieve han endurecido aún más la etapa, con salida y
llegada en Ávila, y la amenaza de suspensión que pesa sobre la jornada de
mañana ha motivado una lucha sin cuartel entre los primeros espadas, con Caja
Rural a la altura de ellos. “Por
si acaso se suspendiera la etapa de mañana, hoy todos han ido a tope, y en Caja
Rural hemos metido a David de la Cruz en el grupo delantero. El trabajo de todo
el equipo ha sido extraordinario”, dice.
Cardoso
define la etapa como “ de
mucho sufrimiento ” y dice que “ con
el frío, el viento, la lluvia y la nieve cuesta más mover la bici, hay más
tensión, se va incómodo y todos sufrimos más”.
La
climatología, en cualquier caso, no empaña la satisfacción que le produjo su
victoria en la jornada de ayer, la cual le ha dado “más tranquilidad”. “No estaba nervioso porque sabía
que había hecho bien las cosas, pero desde luego que ganar siempre ayuda y da
un poco más de tranquilidad”.
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